Durante tu viaje de egresados a Bariloche, vas a sentir que
no alcanza la memoria de tu cámara para registrar todo. Te va a parecer imposible
registrar de manera auténtica lo que sentís cuando llegás a lo alto de un cerro
(el Catedral, el Campanario) y contemplás la inmensidad de lo que te rodea.
Naturaleza pura, lejos de todo el ruido de la ciudad. Y vas a sentir que
siempre llegás tarde para presionar “on” y grabar esa caída de tu amigo que
lucha con los esquís para poder dar algunos pasos sin terminar de cara en la
nieve.
Mucho te van a contar sobre ella, tus hermanos mayores, tus
amigos que ya fueron, hasta tus profesores. Pero solamente una vez que estás
allá y vivís cada uno de los días junto a tus compañeros entre la nieve, las
salidas y todos los momentos compartidos llegás a entender de que se trata la
experiencia del viaje a Bariloche.
Y sin duda esta experiencia va a ser única. Definitivamente
va a haber cosas que se van a quedar afuera de tu cámara. Así que solo
esforzarte por vivirlas todas al máximo, porque va a ser tu memoria el mejor
registro de todo lo que sientas. La diversión, la emoción, la nostalgia, la
alegría, la excitación. Vos las vas a poder transmitir más que la mejor
filmadora, y te vas a transformar en uno más de los que intenten contar a los
que siguen de qué se trata ese viaje, aún sabiendo que la única forma de
saberlo, es vivirlo.
